Como podéis deducir del título de la entrada no tengo ni tiempo para leer un libro que tengo desde inicio de septiembre en la mesita de noche, vamos, lo leo pero a ritmo de tortuga(como mucho me pongo dos días a la semana). Este año tengo un horario de lo más precioso (pura ironía por si no lo habéis notado) y encima sombras negras vuelven a asomar por el trabajo: puñaladas traperas a todo tren, ánimos caldeados... Y fuera del trabajo no va a ser menos, mi pobre abuela murió hace una semana. Vamos, que estoy de ánimos fatal. Siento que tengáis que leer estas cosas, siento desahogarme siempre aquí, de verdad lo siento pero lo necesito. Ya vendrán tiempos mejores, ya vendrán entradas chulas o al menos no tan deprimentes.
Por hoy solo me queda despedirme y desearos a todos una feliz semana. Abrazos.
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